Teresa Alonso Gordoa, Coralia Bueno Muiño
Las extravasaciones y reacciones agudas a citostáticos constituyen complicaciones que pueden ser potencialmente graves, por lo que el tratamiento precoz y la prevención de estos cuadros clínicos son los pilares para un manejo óptimo diagnóstico-terapéutico.
El desconocimiento del mecanismo exacto de acción de los citostáticos, la ausencia de antídoto específico para cada fármaco extravasado y las limitaciones éticas para el desarrollo de ensayos clínicos, pueden obstaculizar el manejo preciso de las extravasaciones. Por otro lado, debido al incremento en efectividad y supervivencia de los citostáticos en los últimos años, aumenta también el tiempo de exposición y, con ello, el riesgo de sensibilización. Métodos como la desensibilización rápida, la incorporación de nuevas dianas terapéuticas, que generalmente no tienen tanto potencial agresivo, y el desarrollo de modificaciones químicas como el nabpaclitaxel o la doxorubicina liposomal contribuyen a una mayor seguridad en la infusión y en la reducción de la incidencia de reacciones adversas.
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