Este escrito describe las posibilidades o limitaciones que se ponen en juego cuando enseñamos filosofía desde lo que entendemos por esta actividad y desde las formas de asumir los patrones de interacción social, configurados por relaciones de discurso,saber, poder y deseo. Su propósito es hacer visibles las prácticas que tienen lugar cuando profesores, estudiantes y filósofos (a través de su producción) se encuentran en los espacios académicos de formación profesional, donde filosofar toma formas y sentidosdiferentes en tanto no admite concepciones y discursos hegemónicos ni la ausencia del pensar. Aprender filosofía ocurre en esta trama.
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