Las nanopartículas han estado presentes en nuestro entorno desde tiempos inmemoriales, su hallazgo en antiguos vitrales es un claro ejemplo de ello. En este trabajo se comenta brevemente la presencia de algunas nanopartículas metálicas, concretamente de oro y plata, en este tipo de materiales, así como con qué fenómeno se relacionan las distintas coloraciones que se observan. El pequeño tamaño de estas partículas (en la escala nanométrica), las dota de propiedades muy distintas de las presentadas por los materiales macroscópicos, y es debido a la resonancia del plasmón de superficie, que en vez de mostrar el esperado color dorado propio del oro aparezca, por ejemplo, con tonalidades rojizas, y del mismo modo las nanopartículas de plata exhiban colores amarillos. No obstante, la coloración que luzcan finalmente va a estar estrechamente relacionada con el tamaño y forma de la nanoartícula metálica presente en el medio.
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