Guatemala, a diferencia de la mayoría de las naciones latinoamericanas, en las décadas de 1990 a 2010, vio aumentar su tasa de adopciones transnacionales. Este artículo sugiere que la explicación habitual de este fenómeno �que miles de niños y niñas estaban desplazados por la guerra, y que el país no tiene una �cultura interna de la adopción�� es incorrecta. Por el contrario, argumenta que la adopción transnacional en Guatemala comenzó su ignominiosa historia con el secuestro de niños y niñas por parte de militares y paramilitares durante el conflicto armado interno. La mayoría de los niños y niñas fueron adoptados en el país (mostrando que los guatemaltecos sí adoptan cuando tienen la oportunidad), pero algunos fueron adoptados en EE.UU. y Europa. La victoria de las fuerzas neoliberales en la guerra se refleja en lo que sucedió con la adopción: a pesar de décadas de esfuerzos de reforma, la adopción se convirtió en un negocio muy lucrativo para los jueces/zas, trabajadores/as sociales, abogados/as y otros. El éxito de los esfuerzos recientes para disminuir o detener la adopción transnacional en Guatemala dependerá de si los que se beneficiaron de ella encuentran satisfactorios los beneficios indirectos de la mejora del �historial de derechos humanos�.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados