La hipótesis de que cuanto más desarrollemos nuestras "múltiples inteligencias" o nuestras diversas potencialidades estaremos en mejores condiciones para casi todo en la vida: adaptación, relaciones humanas, conocimiento de la realidad, posibilidades de logro profesional, creativo, artístico e incluso amoroso, no deja de ser una hipótesis, un "desiderátum" o una ensoñación según se mire. Lo cierto es que ni siempre, ni siquiera casi siempre, a mayor inteligencia corresponde mayor éxito. Claro que si ya es difícil medir o definir la inteligencia, habrá tantas definiciones sobre el éxito como concepciones de la vida y, si me apuran, como personas, que ya se sabe que cada uno es cada uno.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados