Dado que jamás se han reconocido claramente sus reivindicaciones, las poblaciones kurdas de Irak y Siria se colocan en primera línea de combate contra la Organización del Estado Islámico, concretamente desde la base de Kobane. Un aparente apoyo unánime oculta los juegos de influencia de los occidentales, de los turcos y de los iraníes, que han cimentado las alianzas antagonistas y siempre han luchado contra la causa kurda.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados