Jana Schmidt, Felix Krause, Rainer Haak
La halitosis es un problema muy extendido, pese a que sigue tratándose a menudo como algo tabú. Con frecuencia, es al odontólogo al que recurren primero los pacientes afectados. La determinación y la cuantificación de la halitosis sirven inicialmente para la objetivación y para la búsqueda de las causas, aunque también para el control del desarrollo del tratamiento. En la mayoría de los casos, la causa de la halitosis es intraoral, de forma que ha de ser el odontólogo quien inicie las medidas terapéuticas correspondientes. Además de efectuar una medición organoléptica de la halitosis, que es sencilla y no requiere de aparatología, se dispone de diferentes dispositivos comercializados que permiten un análisis diferencial del aire espirado, mediante la determinación y la cuantificación de los compuestos volátiles del azufre.
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