La evolución de los procedimientos adhesivos y de los sistemas cerámicos permite la colocación de carillas de espesor mínimo en dientes no preparados. Un paciente de 20 años de edad, que presentaba múltiples diastemas y se había sometido a un tratamiento ortodóntico, precisaba de un tratamiento restaurador. Se recurrió a un abordaje multidisciplinario con gingivectomía, blanqueamiento en clínica y la colocación de carillas de espesor mínimo. Los resultados obtenidos inmediatamente después de la intervención y en el control al cabo de un año superaron las expectativas. Sin embargo, se precisan ensayos clínicos a largo plazo para evaluar el rendimiento de este nuevo tipo de restauraciones indirectas.
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