Ante políticas pesqueras infructuosas, nula concienciación ecológica y sospechosos intereses económicos, el 80 por ciento de los stocks pesqueros se encuentra sobreexplotado. La biodiversidad marina afligida por la destructiva pesca disminuye a un ritmo mayor que los ecosistemas terrestres. La alternativa sostenible es factible pero hacen falta nuevas normas de juego, y cumplirlas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados