Las marcas en el cuerpo de la víctima: la veracidad encarnada en la violencia de género

• Autores: David Casado Neira
• Localización: Kamchatka: revista de análisis cultural, ISSN 2340-1869, Nº. 4, 2014 (Ejemplar dedicado a: Contar la transición. Narrativas e imaginarios del cambio político en España), págs. 359-380
• Idioma: español
• Enlaces
  • Texto completo
• Dialnet Métricas: 3 Citas
• Resumen
  • español

    La certeza y la veracidad son dos requisitos imprescindibles para poder dar fe de su condición de víctima, el testimonio incierto despierta dudas y cuestiona la propia condición de víctima, de la misma manera que cuando la víctima se sale de los atributos que consideran la definen. Abordaremos este análisis de la violencia machista recurriendo a las campañas institucionales (entre 1998-2013 a nivel estatal), en las que se recurre a un corpus limitado y muy definido de marcas que estandarizan sobre el cardenal que deja el golpe doméstico. En la representación estética de la víctima el cuerpo ocupa un lugar privilegiado, más allá del testimonio de la palabra. La sangre y las marcas, con su inmediatez y capacidad de impactar (emocionar), responden a la lógica de la búsqueda de la certeza de veracidad. Una forma de dar testimonio no verbal que acaba siendo central en la emergencia de la víctima.

  • English

    Reliability and veracity are two essential requirements the victims ought fulfil to attest their status as such. Uncertain testimonies raise doubts and put under question the status of victim, in the same way as when the victim breaks out with the attributes considered proper of her or him. This analysis address the representation of women in institutional campaigns agains gender violence between 1998-2013 in Spain. The corpus of abuse marks in women is narrow and recurrent, in it the bruises are regularly used to show the fact of violence performed by their male partner. In the aesthetic representation of the victim, her/his body occupies a privileged place, beyond the testimonial word. Blood and bruises, their brutal quality to shock people (to rise emotions), obeys the logic of non verbal witnesses: the victim�s testimony is reliable and veracious if embodied. The social representation of the women victim of gender violence is constructed upon a limited and body centred iconography, as if the women were mainly body and their experiences of abuse were mostly of physical origin.