Tras la firma del Acuerdo Comercial de diciembre de 1942, se dieron las condiciones para reactivar el clearing hispano-alemán, en vía muerta desde varios meses atrás. El gran comodín de esta reactivación iba a ser la entrega de armamento moderno al Ejército español para regular los desfases de la balanza comercial germano-española, muy desfavorable a los intereses teutones por esas fechas. En la primavera de 1943 se reunirían en Berlín diversas comisiones militares para decidir qué armamento era el deseado por España y cuál podría ser entregado por el Reich. En Madrid harían lo propio otras comisiones para determinar los precios que se pagarían por el armamento. Los negociadores españoles no estarán dispuestos a consentir que la elevación artificial de los precios por parte teutona diera a este país una financiación adicional, falseando el do ut des de la relación. La minuciosidad y la dureza con las que los técnicos militares españoles negociaron provocó que la valoración del armamento disminuyera a menos de la mitad de lo inicialmente solicitado por los germanos
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