Las relaciones entre Etiopía y Sudán se han fundamentado históricamente en los objetivos domésticos de seguridad física, desarrollo económico y acceso a los recursos hídricos ofrecidos por el Nilo. Aparte de ser un país vecino de gran importancia, y a pesar de una historia tumultuosa, Etiopía ha desarrollado unas fuertes conexiones con las élites tanto de Khartum como de Juba. De manera a promover la seguridad y el desarrollo económico en Etiopía y en toda la región, fue incrementando su perfil diplomático a través de la IGAD, la UA y la ONU y a través de una labor diplomática independiente. La secesión de Sudán del Sur y el fin del largo gobierno del primer ministro etíope Meles Zenawi han sido los catalizadores más recientes para reinventar la relación de Etiopía hacia la región y así prevenir toda inestabilidad que pudiese amenazar el desarrollo nacional.
Ethiopian-Sudanese relations have historically been founded on domestic goals of physical security, economic development and access to the water resources offered by the Nile. Apart from being an important neighbouring country, and despite a tumultuous history, Ethiopia has developed strong connections with both elites in Khartoum and in Juba. In order to promote security and economic progress in Ethiopia and the broader region, it has established an increased diplomatic profile through IGAD, the AU and the UN and independent diplomatic work. The secession of South Sudan and the demise of the long-time Ethiopian prime minister Meles Zenawi have been the most recent catalysts for reinventing Ethiopia’s approach to the region in order to prevent instability to threaten its national development.
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