La introducción del Corán de Toledo dice que el texto en alfabeto latino se copió de una traducción aljamiada. De hecho, la traducción de términos y expresiones relacionadas con el infierno muestra algunas características muy especiales de la literatura aljamiada, como la preferencia por el uso de calcos del árabe o del término Yahannam, aunque el término más citado, al-nar (�fuego�), está también atestiguado. Estas características son incluso más evidentes cuando se comparan con las traducciones latinas previas o contemporáneas al propio Corán de Toledo. Parece claro que estas obras conceden mayor atención al estilo latino en la traducción de términos relacionados con el infierno, lo que indica que tenían una nueva perspectiva y, consecuentemente, debían buscar otra audiencia.
La preferencia dada al término Yahannam está íntimamente relacionada con los casos encontrados en la literatura escatológica aljamiada, en la que Yahannam se suele preferir a al-nar (fuego). Pero más que una característica de la literatura de los moriscos, esta preferencia muestra una evolución de la literatura musulmana en general, tal y como queda reflejado en los materiales literarios que circulaban y se transmitían. Por tanto, en esta línea, la literatura aljamiada y el Corán de Toledo muestran desarrollos similares en la literatura árabe medieval y, por tanto, en las tradiciones escatológicas en las que Yahannam emerge fuertemente como el término utilizado en la narrativa para describir el infierno y sus muchas etapas.
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