Quisiera en el presente ensayo identificar y analizar en Los sueños el aspecto de su dinamismo onírico, al que relaciono con el cinematógrafo por su composición de agilísimo movimiento. Esta controvertida obra polémica, condicionada y alterada varias veces para su publicación, no constituye un todo unitario. Los sueños, bajo mi punto de vista, tienen una unidad porque cumplen con el esquema más básico de la estructura narrativa. Poseen orientación, evaluación, argumento, personajes y coda. El personaje protagonista es quien está presente en toda la obra, y le da consistencia. A mi parecer, de la presente exposición se desprende la confirmación de la estructura narrativa en todos sus elementos integradores. También indico que la aparente laxitud narrativa mencionada por algunos críticos, debe ser considerada dentro del modelo de discurso onírico, el cual exige una cohesión especial, diferente a los otros cánones narrativos más ordinarios. Finalmente, me interesa resaltar los recursos léxicos y argumentales de los que se sirve el autor para vivificar los argumentos de sus sueños, los cuáles le dan su carácter peculiar. En ellos expongo sucinta pero claramente el aspecto dinámico de su construcción.
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