En este artículo defiendo dos tesis: (1) que la asimetría entre primera persona y tercera persona puede ser explicada apelando a las características gramaticales de los conceptos psicológicos implicados y (2) que, dada la heterogeneidad de los conceptos psicológicos involucrados, es natural pensar que no lograremos formular una explicación unificada de la asimetría. Para ello, en § II presento los conceptos psicológicos y muestro cuán heterogéneos son. Luego, en § III, exploro los límites de la explicación expresivista, y en § IV examino el caso de las actitudes proposicionales. La conclusión (§ V) es un alegato a favor del pluralismo.
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