Mientras Estados Unidos y Francia quieren formar un tribunal permanente de la ONU para juzgar los delitos de genocidio, a conveniencia de la política del Consejo de Seguridad, el juez Garzón dicta un auto que defiende con solvencia la competencia española en los crímenes de la dictadura militar argentina.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados