Cualquier cinéfilo recordará las escenas iniciales de esa magnífica película que es Ran, de Akira Kurosawa. Después de haber dado caza a una piara de jabalíes, el gran señor feudal japonés Hidetora Ichimonji comunica a sus tres hijos su intención de repartir desde ese mismo instante los dominios familiares entre ellos, aunque advirtiéndoles sobre la necesidad de que se mantenganunidos para hacer frente a sus muchos enemigos. Para hacerles entender mejor la importancia de mantener esa unidad, Hidetora pide que cada uno de ellos tome una flecha y la quiebre,cosa harto fácil. Acto seguido, invita al trío a que intente hacer lo propio con un hato de tres flechas. Esta vez, a los hijos no les resulta tan sencillo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados