La Naltrexona es un antagonista opiáceo de larga duración de acción que puede ser administrado por vía oral. Es capaz de bloquear el efecto de los opiáceos (incluyendo su efecto euforizante), pero no abole el deseo por los narcóticos. su perfil farmacológico hizo concebir serias esperanzas sobre su eficacia clínica para el tratamiento de la dependencia a opiáceos, pero esta promesa terapéutica no ha sido confirmada plenamente en la práctica. De acuerdo a los datos publicados -la mayoría de los estudios han sido realizados en Estados Unidos-, su eficacia queda limitada a pequeños segmentos de la población de dependientes a opiáceos, generalmente pacientes muy motivados, en un entorno sociocultural adecuado. Su eficacia clínica en poblaciones no seleccionada ha estado alrededor del 10-20 por 100. Este fue el porcentaje de pacientes capaces de completar un ciclo de tratamiento de, al menos, seis meses.
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