La inmigración canaria a Matanzas se caracterizó, como otros movimientos poblacionales, por el predominio masculino. Esto se ratifica en los tres tipos de documentos analizados, en los que las personas de origen canario registradas eran fundamentalmente hombres. A pesar de ello, las cifras indicadas en el registro de matrimonios nos hacen estimar que las diferencias entre los por cientos de personas de cada sexo que arribaron a esta ciudad procedentes de Islas Canarias no son tan considerables como entre las provenientes de otras regiones de España. Matanzas albergó sucesivamente a inmigrantes de diversas procedencias que conformaron, en definitiva, al hombre de hoy. La mezcla de nacionalidades en la identidad nacional -lo cual no constituye particularidad alguna dentro del desarrollo de la humanidad- perfiló al cubano actual, fruto del español, el africano y el chino, por mencionar las de mayor influencia. Pero siempre, al esbozarse una historia de la ciudad, será ineludible remontarse a la treintena de familias canarias que, alrededor de ríos y bahía, construyeron sus hogares y al originar descendencia alumbraron, de hecho, a quienes primero tuvieron el orgullo de proclamarse matanceros.
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