Casi todo el mundo está de acuerdo en que el origen de todas las matemáticas se encuentra en los problemas de la vida corriente. Con las mátemáticas se cuentan los rebaños y los hematíes de la sangre, se pueden medir la altura de un niño o la de una montaña sobre el nivel del mar, se conoce mejor el mundo que nos rodea y se puede predecir la hora precisa del próximo eclipse de Luna o la aceptación que tendrá un producto en el mercado.
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