Este artículo destaca la experiencia subjetiva del desplazamiento forzoso de los habitantes de la Finca San Juan ubicada en Pavas, encabezada por el Estado en 1992. Se realiza un análisis de las dificultades enfrentadas por los desplazados en la apropiación simbólica de un espacio asignado. Como resultado se identifican tres modalidades de resistencia ante el poder: las conductas antisociales como forma de inclusión, la aceptación a su destino como forma de no-resistencia y la construcción de su comunidad como una forma de reinvención.
This article highlights the subjective experience of forced relocation of the habitants of Finca San Juan, headed by the state in 1992. This paper examines how the impoverished people of Pavas managed the difficulties of the symbolic appropriation of the space to which they were assigned. As a result, three patterns of resistance were identified: antisocial behaviours as a form of inclusion, the acceptance of their fate as a form of non-resistance and the construction of their community as a form of care of the self.
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