Perú
El título de este trabajo parece encerrar un sinsentido. Una persona naturalno es, ni puede ser, una empresa. Una persona física puede ser médico, abogado, mecánico, albañil, pero nuestra mente no es capaz de concebir (felizmente) que un ser humano sea capaz de transformarse al punto de convertirse en una empresa. Si por más esfuerzo que se haga siempre resultará imposible transformar un ser humano en una empresa, carece de sentido siquiera emplear el término «reestructuración empresarial de las personas naturales». Al lector le ruego, sin embargo, permitirme la licencia de titular de esta forma el presente comentario. Es probable que, al terminar su lectura, el título parezca un poco menos descabellado.
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