La naturaleza y el contenido del Registro Civil están ligados a la constancia y la publicidad de los estados civiles y demás hechos inscribibles. Tienen conexión con los valores constitucionales y los derechos fundamentales y, debido a ello, el Registro Civil debe tener un carácter público para favorecer los intereses de los ciudadanos. La gratuidad debe ser un pilar básico del nuevo Derecho Registral Civil y sus fuentes de financiación deben ser transparentes. La Ley de Registro Civil de 2011 aprobada con un amplio consenso, tiene como eje principal a la persona y constituye el paradigma de una posición legislativa moderada y de cambio.
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