23 cm.Pablo Escobar y Klaus Barbie fueron piezas claves para montar la «General Motors de la cocaína». Sus pactos propiciaron golpes de Estado, la organización de paramilitares anticomunistas, los negocios con el Vaticano y los corredores incontrolables de droga en todo el mundo. Beni, Santa Cruz, Ciudad de Panamá, Medellín o Miami son apenas algunos escenarios de esta conexión casi secreta. La que unió al viejo nazi y «el Patrón» fue una de las alianzas más siniestras de las últimas décadas del siglo XX.
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