La yerbabuena, dice, es una planta difícil. Es color, olor, fortaleza. Y, una vez que la plantas, resulta difícil quitártela de en medio. Así habla la bailaora de su nombre artístico. Asegura que respira flamenco por los poros y que los espectáculos que ha creado hasta ahora han nacido de una melancolía que ella reivindica. No confundir con la tristeza: “Yo, triste, para nada”.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados