En este capítulo se ha tratado la complicación más frecuente y grave de la oclusión o extirpación de los vasos linfáticos como consecuencia del tratamiento quirúrgico y de la radioterapia en el cáncer de mama.
El problema del linfedema se ha tratado desde una visión multidisciplinar e integral del cuidado, haciendo especial énfasis en los aspectos de la prevención, dado que es una complicación o secuela que puede presentarse a los pocos días de la intervención o después de muchos años.
Hay que resaltar que la enfermedad incide de forma directa en la calidad de vida de la mujer y que los esfuerzos del equipo multidisciplinar han de dirigirse a aquellos aspectos del autocuidado y de los cuidados que mejoren y garanticen a largo plazo la mejor calidad de vida posible.
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