Diez años antes de que el Ministerio de Educación lo pusiera en funcionamiento, Jaime Guzmán Aranda había inventado el Plan Lector en los colegios de Chimbote. El poeta, el cronista, el sociólogo, el periodista, pero sobre todo el editor, creó durante la primera mitad de la década de los 90, Río Santa Editores, el sello con el que decidió meterse en el corazón de su pueblo publicando los libros locales más representativos, e inventando para ello una frase tierna y ocurrente, un slogan categórico e inolvidable: “Un estudiante sin un libro, es como un cebiche sin ají”.Así comenzó a recorrer aquel puerto 'violento y peliculero' (como lo bautizara Arguedas) colegio por colegio, consiguiendo instituir rápidamente –de forma rotunda y cotidiana– la literatura regional, aquella manifestación cultural que en todos los pueblos del interior se busca siempre como un trofeo, como un verificable signo de identidad y tradición.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados