El cultivo de maíz ocupa 65% del área agropecuaria en el Estado de México, aproximadamente 600 mil hectáreas, sobre las cuales se aplican fertilizantes químicos en dosis crecientes año con año. Este incremento se atribuye a la facilidad de su manejo, así como a la aparente homogeneidad de su distribución y asimilación en el suelo (INEGI, 1986).Durante los últimos 15 años el empleo indiscriminado de estos asroauímicos ha acelerado la desertificación de 70% de las tierras productivas de México, la acidificación de los suelos en casi dos unidades de pH y la pérdida de materia orgánica en 1% (SAIMEX, 1981; Ortiz et. al., 1988; WRI, 1988; Woodgate, 1990; CODEMAALC, 1991).Con base en los anteriores indicadores , en distintas instituciones y en numerosos encuentros a nivel mundial se han hecho propuestas como la aplicación de tecnologías intermedias; entre ellas, la aplicación combinada de abonos orgánicos y fertilizantes químicos constituye una prometedora alternativa para mejorar las condiciones de los suelos y lograr un aumento sostenido en el rendimiento de los cultivos. Por lo que toca a los abonos orgánicos la gallinaza se identifica como el mejor de los estiércoles, tanto por su alto contenido de nitrógeno y fósforo, como por su rápida degradación en el suelo
To evalúate íts effects, ana to determine an optimus proportion between chemical fertilizers ana organic manure, to obtain a better haniest ofcorn (Zea Mays L.), this work was carried out during the spring-summer cycle, in Metepec, México, using a random-block desígn wüh eight treatments and six repetítions. A density of 50,125 plants/hectare was sowed in Ixtlahuaca, and formula 100-60-30 was applied wítb 8 different dosages of Gallinaza, between O and 10.5 tons/hectare. ANAVApoints of 1.5 and 10.5 pounds of gallinaza per hectare increased achievement in 26% and 101%.
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