Estamos mal. Todos estamos mal. Quizá sólo los 15 de Forbes en este país no puedan decir lo mismo. Tenemos que estar bien. La comunicación puede ayudarnos: siempre está presente en la parte positiva de la humanidad, nació para integrarnos, para poner en común tal vez nuestras miserias, pero para transformarlas dialéctica y dialógicamente en felicidad, en bienestar. Ante el panorama que nos agobia hay que transformar la manera de comunicarnos. Si logramos desarrollar la comunicación emocional podremos salir adelante de nuevo como humanidad
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