Celebra los 50 años de sus viñetas. Tiene su despacho en una terraza de la Castellana, y eso que dice no soportar el ruido. Cuenta miles de sucedidos, como cuando, técnico de TVE –era el del botijo, el ‘oyesvés’, que dice él- fue a arreglarle el televisor a Franco (“Voecencia reverendísima”). Una vez se llevó un bofetón del marido de Raquel Welch, que la estaba maltratando, por meterse en medio: “Si hay una mujer por el medio, Don Quijote asoma”.
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