"Tras esa barba y esos cabellos añejos y venerables, tras ese cuerpo delgado vestido con informalidad, tras esa mirada noble, clara y serena, y tras esa sonrisa amable y algo pícara, vivía un ciudadano ejemplar cuyas virtudes pueden resumirse con un sólo adjetivo: íntegro". Así veía Francisco Moriche a Claudio López fallecido el 29 de agosto en Valladolid y al que el Ateneo recordó el 8 de octubre, con las intervenciones de Luis Palomo y el propio Moriche. Días después, la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular organizó un homenaje civil p´sotumo a Claudio junto con otras organizaciones, entre ellas el Ateneo Republicano. En dicho acto, el representante del Ateneo recordó al socio desaparecido del siguiente modo.
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