Desaparecido en combate. Así permaneció varios días, hasta el pasado viernes, Cristóbal Montoro ante el diluvio de noticias que ponían en serio entredicho la neutralidad de su labor al frente del Fisco. Un mutismo que, probablemente, deberá romper esta semana, ante el aluvión de iniciativas parlamentarias presentadas por la oposición y que salpicará al propio Mariano Rajoy, quien será interpelado este miércoles en el Congreso. Y es que, en tan sólo una semana, Montoro se ha convertido en el eslabón más débil del Gobierno, tras saltar a la luz de forma casi simultánea varias informaciones que lo colocan en la picota: por un lado, las noticias sobre las actividades poco claras de su bufete Equipo Económico, y por el otro, el extraño recorrido del informe de Hacienda al juez Ruz, con argumentario filtrado a la prensa incluido.
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