La pérdida del protagonismo de la estructura familiar dentro de la sociedad, la longevidad y el debilitamiento de las ya antiguas costumbres de cuidar a los ancianos en el propio hogar están haciendo que cada día más mayores se levanten y acuesten sin haber cruzado una palabra con nadie.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados