México
En este artículo discutiré la tensión que se establece entre el sistema normativo de la institución y los discursos y prácticas de las creyentes en torno a su apariencia.Con este objetivo, pasaré en primer lugar a explicar la normatividad institucional en lo concerniente a vestido, apariencia, textos, prácticas y sus limitaciones en cuanto a puestos y posiciones en la jerarquía, así como también las regulaciones doctrinales que la mujer creyente cumple como miembro de la iglesia.Por otro lado, también me abocaré a las formas particulares de las mujeres para reinterpretar, resimbolizar, experimentar, resistir, negociar o rechazar algunas de estas regulaciones y prohibiciones. Con base en lo que he visto, percibido y escuchado durante mi experiencia de convivir con creyentes femeninas de esta iglesia, responderé a varias preguntas relacionadas con sus “limitaciones” ahí. Por ejemplo: ¿Cómo afecta a las mujeres en su vida cotidiana el uso de vestidos y cabello largo? ¿Su forma particular de vestir incide en su manera de pensar? ¿Existe una relación entre su apariencia y su nivel de educación? ¿Se sienten inferiores a los hombres o a otras mujeres por las limitaciones del atuendo? ¿Las creyentes de esta iglesia son acaso más atrasadas por su forma de vestir que las demás de su misma clase social? ¿Su apariencia las hace más “sumisas” ante la vida que a otras mujeres del mismo medio social? ¿Son menos combativas que las demás mujeres? En esta discusión no quisiera contemplar la normatividad sobre la apariencia de las mujeres establecida por la institución, aislada del más amplio sistema de dominación masculina que rige la sociedad en donde la iglesia está inserta y que se extiende a la sociedad mexicana en general. Para responder a estas preguntas tomaré en cuenta el medio cul tural que rodea tanto a las mujeres como a la iglesia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados