Carlos Chiclana Actis, María Contreras Chicote, Sofía Carriles Cervera, Daniel Rama Víctor
Aunque el DSM-5 ha desestimado el Trastorno Hipersexual (THS) como nuevo diagnóstico, los pacientes siguen consultando por aumento en la frecuencia, intensidad de fantasías, excitación, impulsos y conductas sexuales que les provocan malestar significativo, deterioro social u ocupacional. Esta sintomatología presenta alta prevalencia en varones y elevada comorbilidad en el Eje I.
Evaluamos la presencia de hipersexualidad mediante los criterios diagnósticos propuestos por la agenda de trabajo del DSM-5 y la comorbilidad en el Eje I en 638 pacientes ambulatorios.
Ochenta pacientes (90 % varones), cumplirían los criterios clínicos de hipersexualidad. El 71,3 % presentaba comorbilidad en el Eje I, principalmente Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (44 %), Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) (23 %), Trastorno Depresivo (12 %) y Trastornos de Ansiedad (9 %). Veintitrés sujetos presentarían Adicción al sexo como entidad independiente (3,6 % de la muestra general).
Aunque la APA no considere esta realidad como una entidad propia, existe una demanda clínica para atender esta sintomatología. Conviene llevar a cabo estudios epidemiológicos para determinar la prevalencia, investigar si es un síntoma inespecífico de una patología del Eje I, si existe la Adicción al Sexo como una entidad independiente o si es la expresión psicopatológica de eventos traumáticos en la vida sexual o en el desarrollo del apego.
También se requiere estudiar el impacto económico y social en la salud pública, y desarrollar ensayos clínicos aleatoriados sobre la eficacia de los tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos.
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