La tesis principal del articulo es que la verdad del arte, en la conferencia de 1936 “El origen de la obra de arte”, ha de entenderse como lo inhóspito, es decir, como lo horrible o monstruoso de la verdad de ser. En este sentido, se atisbará una diferencia ontológica en el seno mismo de la obra de arte: la obra particular de arte difere de lo que ésta pone en obra, en relación al combate existente entre mundo-tierra, cosa y verdad. Por último, se comprenderá cómo el arte tiene una función propedéutica para con nosotros mismos: transparentar nuestra propia estructura ontológica. [doi:http://dx.doi.org/10.7443/problemata.v6i2.23310]
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