Resumen de El reto de la excelencia: indicadores para medir la calidad periodística
Josep Lluís Gómez Mompart, Dolors Palau-Sampio
La espectacularización de las noticias, la telebasura o el infoentretenimiento han situado la calidad como uno de los temas clave del debate sobre los medios de comunicación en las últimas décadas. Su protagonismo, sin embargo, ha sido paradójico, especialmente en el contexto español, más para recalcar la ausencia o degradación progresiva, que para plantear cuáles son los criterios que rigen una información de calidad.
Desde las reflexiones sobre la prensa de élite realizadas por J. Merrill en los años 60 hasta la actualidad se han ido sucediendo diversas propuestas para definir y caracterizar un concepto poliédrico. Este comunicación parte de una revisión crítica de las aportaciones que han formulado diversos autores (Bogart, 1989, 1996; Gladney, 1990; Rager, Haase, Weber (eds.), 1994; Wallisch, 1995; Alessandri et alii, 2001; Gómez Mompart, 2001, 2004, 2008; Meyer, 2003; Kovach y Rosenstiel, 2003; De Pablos Coello y Mateos, 2004; De la Torre y Teramo, 2005; Rau, 2007; Handstein, 2010; o en obras colectivas como las publicadas por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, 2006 o el Foro de Periodismo Argentino, a cargo de Amado Suárez, 2007) para establecer cuáles han sido los puntos de atención prioritaria a la hora de delimitar un término complejo. Esta revisión servirá como arranque para dibujar un mapa conceptual en el que se incluyen tanto aspectos cuantitativos como cualitativos, que abarcan todo el proceso de producción, desde los vinculados a la búsqueda, selección y jerarquización como los propios de la escritura y presentación al lector. Pero también aquellos que están ligados a la propia estructura e independencia editorial, o los que están asociados al ejercicio profesional, especialmente a la cualificación y a la especialización, que influyen en buena medida en todo el proceso.
El objetivo de esta propuesta es poner las bases para un método de análisis de la calidad de las producciones periodísticas, que combine los aspectos textuales y contextuales, es decir, no solo aquellos derivados del producto final sino también los que están relacionados con las condiciones de producción, de modo que puedan interpretarse posibles intereses en la inclusión y tratamiento de determinadas noticias. Junto a ello también se plantearán cuáles son las causas que influyen en la degradación de la calidad, cuestionada de forma periódica por expertos y usuarios, así como las consecuencias que pueden derivarse de ella, desde el punto de vista de la calidad democrática.
El método de estudio tendrá en cuenta desde aspectos deontológicos -grado de cumplimiento de los códigos éticos y normas de autorregulación-, a los vinculados con el uso de las fuentes, desde su identificación y pluralidad a su carácter. También tienen un peso fundamental cuestiones como la originalidad de los temas tratados, frente a los derivados de la agenda oficial, o la apuesta por el periodismo de investigación. La capacidad de desarrollar los temas en profundidad, la variedad de géneros informativos-interpretativos, la pluralidad de firmas de opinión, la autonomía de los redactores o la riqueza expresiva y corrección lingüística son otros de los indicadores a incluir.
