Las compañías que implantan un sofware de Gestión de Activos Empresariales (EAM) tienen en mente reducir los inventarios necesarios para el mantenimiento, mejorar la fiabilidad de los activos (su rendimiento económico, su seguridad o el cumplimiento de la normativa medioambiental), abandonar una cultura centrada en la resolución de las averías, recopilar los conocimientos de la organización, establecer la base para una programación más dinámica o conseguir una visión más clara de los requerimientos operativos.
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