Tras los feroces ataques con la firma del ISIS en la capital gala, el Elíseo declaraba el estado de excepción en todo el país y anunciaba una contundente respuesta militar en la que, además, pretende involucrar a su aliados de la Unión Europea y de la Alianza Atlántica –además de contar con el inesperado respaldo de Rusia–.
La sombra de la invasión de Irak se alarga sobre el Viejo Continente, amenazando, de nuevo, con dividir a la población. Por el momento, Francia ya ha golpeado en Siria, mientras Estados Unidos trata de evitar una intervención terrestre.
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