En poco más de treinta años, China ha conseguido erradicar el hambre mientras que, con el 20% de la población mundial, sólo dispone de un 9% de tierras cultivables, concentradas en el Este y en constante regresión. Es el primer país productor de arroz, de trigo, de té... Sin embargo, los campesinos no pueden vivir de su trabajo y se ven obligados a buscar otras actividades, cuando no a emigrar a la ciudad. Este fenómeno se aceleraría con las próximas reformas.
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