En el debate sobre el futuro de las universidades, la idea de la excelencia resulta omnipresente como descripción o auto-descripción de centros o grupos de investigación y como objetivo de la política científica. Las tendencias hacia la cuantificación, la obsesión por la eficiencia, la vinculación directa entre los logros científicos y la resolución inmediata de problemas específicos, suponen un desafío directamente a las concepciones tradicionales de la tarea universitaria.
El objetivo de nuestro artículo es desplegar la noción de excelencia acadé- mica en su vertiente investigadora y mostrar sus implicaciones políticas y académicas no intencionadas, que podrían ser contrarias al ideal que la impulsa.
En vez de preguntar cómo se puede alcanzar la excelencia, este texto cuestiona la propia exigencia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados