Una cultura empresarial goza de buena salud cuando el equipo directivo de la compañía es capaz de cohesionar a sus miembros, transmitir ideas claras sobre los proyectos a ejecutar, fomentar una buena comunicación interna, potenciar la colaboración entre departamentos y servirse de las herramientas de recursos humanos para motivar a los empleados. Con todo ello se genera un clima en la organización que puede convertirse en una clara ventaja competitiva. Este artículo recoge los elementos clave para conseguirlo y muestra qué cambios se deben realizar en una empresa para hacer que su cultura sea más atractiva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados