El volumen de corrientes turísticas no se ha visto afectado de forma sustancial en esta última década de crisis, observándose, eso si, un descenso en el ritmo de crecimiento anual. España, dentro del gran mercado europeo, destino del 70 por 100 de las llegadas internacionales, goza de posición de vanguardia en algunos de los principales países emisores, si bien se observa una paulatina pérdida relativa de una cuota de mercado debido, quizá, a la carencia de estudios que permitan conocer la tipología, comportamiento y grado de satisfacción de los turistas, y, sobre todo, a las deficiencias a las que se ha enfrentado la comercialización del producto turístico durante los últimos años.
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