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La influencia del país de acogida en los estudios de los historiadores exiliados en América Latina: El caso de los exiliados en México

  • Autores: Sara Martín Casamayor
  • Localización: Ayer y hoy: Debates, historiografía y didáctica de la Historia / coord. por Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí, Mélanie Ibáñez Domingo, 2015, ISBN 978-84-606-5874-0, págs. 19-22
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • La palabra exilium, del latín, significa separar a una persona de la tierra en la que vive. Se trata del obligado abandono de lo propio, por lo que supone una condena en la medida que impone el desarraigo. En el caso de los exiliados republicanos, que comenzaron a emigrar de España desde poco tiempo después del inicio de la Guerra Civil, y, en concreto, en relación a los historiadores e intelectuales exiliados en México, se emplea también el término de "transterrados", el cual es opuesto a destierro y matiza el desarraigo que caracteriza la definición de exilium.

      En esta comunicación, partimos de la idea de que el exilio modificó, en muchos casos, los temas de investigación de los historiadores españoles. En concreto, consideramos que fue el apoyo proporcionado por determinados países que acogieron a los intelectuales lo que propició la continuación del desarrollo de su carrera profesional, la cual no podía continuar en el país de origen.

      La ayuda ofrecida a los historiadores y otros intelectuales se materializó en ciertas instituciones y disposiciones que a continuación comentaremos. Dentro del ámbito de América Latina, destino importante de exiliados españoles, trataremos específicamente el caso de México, dada la importancia singular su actuación. Haremos incidencia también en los temas de estudio a los que se dedicaron los historiadores tras el exilio y el modo en que concebían ellos su situación, más allá del ámbito puramente personal, en sentido filosófico.La palabra exilium, del latín, significa separar a una persona de la tierra en la que vive. Se trata del obligado abandono de lo propio, por lo que supone una condena en la medida que impone el desarraigo.1 En el caso de los exiliados republicanos, que comenzaron a emigrar de España desde poco tiempo después del inicio de la Guerra Civil, y, en concreto, en relación a los historiadores e intelectuales exiliados en México, se emplea también el término de "transterrados", el cual es opuesto a destierro y matiza el desarraigo que caracteriza la definición de exilium.

      En esta comunicación, partimos de la idea de que el exilio modificó, en muchos casos, los temas de investigación de los historiadores españoles. En concreto, consideramos que fue el apoyo proporcionado por determinados países que acogieron a los intelectuales lo que propició la continuación del desarrollo de su carrera profesional, la cual no podía continuar en el país de origen.

      La ayuda ofrecida a los historiadores y otros intelectuales se materializó en ciertas instituciones y disposiciones que a continuación comentaremos. Dentro del ámbito de América Latina, destino importante de exiliados españoles, trataremos específicamente el caso de México, dada la importancia singular su actuación. Haremos incidencia también en los temas de estudio a los que se dedicaron los historiadores tras el exilio y el modo en que concebían ellos su situación, más allá del ámbito puramente personal, en sentido filosófico.


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