Madrid, España
Como en los demás países de Europa en el siglo XVIII también en España cundió la fiebre de los viajes, pero lo más notable es que los españoles empiezan a viajar por su propio país. El propósito de estos españoles viajeros por España era mostrar lo que habla sido y lo que era España. El viaje ilustrado fue promocionado por la corona y concebido como una parte de la renovación total de la nación española. Así se hicieron viajes con varias y distintas finalidades: económicas, científico-naturalistas, artísticas, histérico-arqueológicas, literario-sociológicas y políticas. Sin embargo no todos los viajes ilustrados tuvieron carácter oficial, el interés personal y la capacidad del autor constituyen factores que enriquecen el contenido del viaje. Los viajes de Ponz o de Jovellanos nos permiten conocer, de primera mano, no sólo la realidad de la época, sino las esperanzas y los sueños reformistas de una generación.
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