Magli Miriam Hun Vásquez, Blas Gil Extremera, Encarnación Ginés Ramirez
Introducción: En 2012 España se situó entre los cinco mayores países del mundo en consumo de cigarrillos por habitante con un volumen de 2.357 unidades al año que equivalen a 118 cajetillas/año o 6,46 cigarrillos/ día. El objetivo de nuestro estudio es valorar una intervención especializada versus una intervención mínima y analizar las variables que predicen el cese del hábito tabáquico. Material y Métodos: Diseño. Aleatorizado, prospectivo, toma de variables de identificación, antecedentes personales, características del hábito, tratamiento recibido, seguimiento, modificaciones de consumo y cooximetría. Casuística: 131 fumadores del distrito nordeste de Granada Criterios de inclusión: 18-75 años, con comprensión y lectura, aceptación del tratamiento y disponibilidad. Criterios de Exclusión: enfermedades psiquiátricas, historia de abuso de alcohol u otras sustancias tóxicas. Resultados: El 62,5% de los pacientes que continúan fumando pertenecen al grupo de intervención especializada. Existe, por otro lado, una relación estadísticamente significativa entre aquellos que dejan de fumar y su mejoría clínica (79,8%; p=0,007). El 53,5% ha intentado abandonar el hábito tabáquico de una a tres veces. La cooximetría en la primera visita fué de 4,0±3,8 ppm, y un año después 1,8±1,7 ppm. Los pacientes con EPOC tienen 3,6 veces más probabilidad de deshabituación. Conclusiones: La intervención especializada no es más efectiva que la intervención mínima. Entendiéndose como intervención especializada a aquella de duración total superior a treinta minutos y compuesta de más de tres sesiones o consultas de al menos 10 minutos cada una, supervisado por personal sanitario específico, en contraposición a la intervencion mínima, que queda definida por debajo de este límite. Los antecedentes patológicos y el número de intentos previos de abandono son predictores de deshabituación.
Introduction: In 2012 Spain was among the top five countries in the world in per capita cigarette consumption with a volume of 2,357 units per year, equivalent to 118 packs / year or 6.46 cigarettes / day. The aim of our study was to evaluate a specialized intervention versus minimal intervention and analyze the variables that predict smoking cessation. Material and Methods: Randomized, prospective, identification variables, medical history, smoking characteristics, treatment received, monitoring, and changes consumer oximetry. Patients: 131 smokers (northeast district of Granada-Spain) Inclusion criteria: 18-75 years, acceptance and availability of treatment. Exclusion Criteria: psychiatric patients, history of alcohol or other substances. Results : 62.5 % of patients who continue to smoke belong to specialized intervention a statistically significant relationship between those who quit smoking and clinical improvement (79.8 %, P = 0.007). 53.5% have tried smoking cessation one to three times. Cooximetry on the first visit was 4.0 ± 3.8 ppm, and a year after 1.8 ± 1.7 ppm. COPD patients are 3.6 times more probability to dishabituations. Conclusions : Specialized intervention is same effective than minimal intervention. A specialized intervention means that higher total duration to thirty minutes and consists of more than three sessions or consultations at least 10 minutes each intervention, supervised by specific health personnel, as opposed to the minimum intervention, which is defined below this limit. The medical history and number of previous quit attempts are predictors of cessation
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