La presencia de países en desarrollo en el Fondo Monetario Internacional ha ido aumentando a lo largo del Siglo XX, obligando a la institución a adaptar sus políticas a las necesidades particulares de estos países. Esta transformación no ha ido acompañada de un incremento proporcionado de su poder de voto en la institución, que permanece por debajo del peso de los países en desarrollo en la economía global. El fuerte dinamismo de algunas de estas economías puede suponer una crisis de legitimidad de los órganos de gobierno del Fondo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados