Es común encontrar deficiencias de heterocigotos en poblaciones naturales de especies forestales alógamas, lo cual se explicaría por un aumento del nivel de consanguinidad. Se ha postulado que la consanguinidad es causada por la presencia de estructuras de individuos emparentados dentro de las poblaciones, como producto de la limitada dispersión de polen y semillas. Si bien, antecedentes teóricos y estudios de simulaciones predicen que la estructura debería ser aparente cuando existe aislamiento por distancia, muchos estudios de estructura en poblaciones naturales, han detectado sólo un débil estructuración espacial. En este artículo se compara el uso de la metodología de autocorrelación espacial, estadísticos F y estimadores de parentesco. El objetivo es examinar la estructura genética espacial de una especial nativa de Nothofagus y explorar la discrepancia entre teoría y observaciones experimentales. El análisis de autocorrelación detectó estructura sólo para algunas de las nueve enzimas analizadas. Se estimaron tamaños de vecindades de alrededor de 10 m. Al eliminar sucesivamente las distancias más grandes, en el mapa de Gabriel, las poblaciones se separaron en vecindades, las que fueron analizadas para su nivel de parentesco. Se detectaron tres grupos de individuos emparentados, mezclados con siete grupos de individuos relativamente no emparentados. El estadístico F para los grupos identificados también mostró una débil estructura genética. Se sugiere que la heterogeneidad de la estructura familiar dentro de las poblaciones naturales puede ser una de las razones que explica la escasa estructura genética espacial observada en Nothofagus nervosa.
Heterozygote deficiencies in natural populations of outbreeding tree species are common and thought to be due mainly to biparental inbreeding. Inbreeding is believed to be caused by family structure within populations, a product of limited seed dispersal and probably limited pollen dispersal. Although both theory and simulation studies predict that structure should be apparent where trees are isolated by distance, most studies of structure in natural populations have detected only a weak spatial genetic structuring. In this contribution, we compare the use of spatial autocorrelation methodology and F statistics with the concept of relatedness to examine the spatial genetic structure in the natural population of a native southern beech and to explore the discrepancy between theory and observations. Autocorrelation detected structure in only a few of the nine enzyme loci tested in an estimated patch size of approximately 10 m. By successively eliminating the largest distances in the Gabriel map, the population was separated into groups or patches of neighbors, which were then tested for relatedness. Three groups of relatives were found interspersed with seven groups of unrelated individuals. The F statistics for these groups also showed weak genetic structure. We suggest that heterogeneity of family structure within natural populations may be one reason why more spatial genetic structure has not been detected.
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