En la práctica odontológica actual, las recesiones se tratan recurriendo sobre todo a la técnica de tunelización y a la técnica bilaminar. En ambos procedimientos, es preferible aplicar un método microquirúrgico atraumático. Cuánto más asegurado quede el aporte sanguíneo por el número de vasos sanguíneos y por sus respectivos diámetros, más predecible será el proceso de cicatrización. Ambas técnicas ofrecen buenos resultados para el recubrimiento de la superficie radicular expuesta.
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