El rasgo que define a cualquier organización social es la existencia de un conjunto de personas aglutinadas en torno a una finalidad explícita de conseguir ciertos objetivos. En este artículo nos referiremos, por una parte, a la consideración del centro escolar como una realidad construida socialmente ; que genera estructuras, roles, líneas de acción que expresan y hacen visible la vida cotidiana del centro, a través de las acciones compartidas de sus miembros, en aras de la mejora de la acción educativa, que permita atender a la diversidad de los alumnos en el nuevo modelo educativo y, por otra, al papel que habría de desempeñar el psicopedagogo como dinamizador de las relaciones comunitarias y el sentido de trabajo en equipo, para ofrecer respuestas a las diferentes capacidades, intereses y ritmos de aprendizaje de nuestros alumnos, evitando así las disfunciones que se producen entre la dimensión curricular y la tutorial que, de alguna manera, constituyen uno de los mayores obstáculos para la integración.
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